miércoles, 18 de diciembre de 2013

CIEN SUSANAS

GONZALO GRAGERA


Cien días cumple Susana como presidenta de la Junta de Andalucía. Cien días como cien astros bajo el caciquismo que debemos soportar los andaluces. Porque sí, sin más fundamento ni excusa que el arbitrio de quien se cree por encima de todo lo divino y de todo lo humano. Porque en el nombre de la legitimidad y en el paripé de unas primarias así obraron los dioses paganos que habitan en el poder. Yo te absuelvo de todos tus pecados, ego te absolvo a peccatis tuis in nomine del fraude, de la factura falsa, del paro, del informe PISA, del fondo de reptiles y de la corrupción. Y como si nada de esto hubiera pasado, como si un velo de opaca sutileza todo lo borrara del mapa, como si el conejo que tenemos en la chistera de nuestros impuestos desapareciera, como si la prensa y los juzgados de instrucción de esta comunidad hubiesen sido un entremés… la elegida de entre todas las mujeres, en un par de chasquidos, hace de la sequía el océano y del todo la nada.

Cien días cumple Susana como presidenta de la Junta de Andalucía. La savia nueva que nada sabía ni de nada era sabia. Como nada sabe Manuel Chaves y como nada sabe José Antonio Griñán, ellos sólo saben el camino más corto para plantarse en Madrid cuando en su tierra arden los campos de la imputación. Senador el último. Negación de San Pedro ante los hijos pródigos de su rebaño. Huida de perros viejos con muchas pulgas agradecidas y con pocas chaquetas de pana. Eneros de 2009 y septiembres de 2013 –en un tiempo los primeros ladridos de la Raza, en el otro las sombras de la imputación ¿casualidad? En ellas no creo- que suponen la puesta en marcha de una sucesión digna de las mejores dinastías y de las mejores casas; qué época aquella cuando en Andalucía los alcaldes se elegían en las mesas de cuatro familias y no en las urnas. Aquella legitimidad… Parece que ayer. Parece que es hoy. Parece que será mañana.

Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía


Cien días cumple Susana como presidenta de la Junta de Andalucía. Todo es distinto para volver a ser lo mismo. Ya lo dejó escrito Luis Rosales… porque todo es igual y tú, andaluz, lo sabes. Ahora conoces el gobierno a golpe de titular, de noticia en la prensa, de desmedida solidaridad tan siniestra como ilusoria. Que de ilusiones se vive, o no. Que de populismo se vive, o no. Dar la imagen, la superficialidad, que todo parezca y que nada sea: ese es el primer objetivo. Presidenta de puro marketing, de asesores y de mensajes manidos, de fachadas de un edificio en ruinas… Todo es tan actual, todo es tan de este tiempo, todo es tan familiar y tan conocido.


Cien días cumple Susana como presidenta de la Junta de Andalucía. Carece de oposición, tampoco se encuentra con la opinión ajena que le debería esperar sentada en los rincones del Parlamento. Nadie le dice a esta Venus del socialismo que es mortal. Sus adversarios no tienen programa, ni tienen ideas, ni tienen esperanza. Nacen, se reproducen y mueren en las Arenas del fracaso. Contrapartida ideológica tan necesaria como ausente. Porque los conservadores andaluces están dormidos, sin contribuir al sano ejercicio de la democracia. Entre tanto, mientras los días pasan y en el calendario se marcan las fechas, aquí están los que no esperan una consejería ni una secretaría general, los que no conocen las tripas del partido, los que nunca han asistido a un congreso, los que quieren vivir felices y en paz, los que padecen las subidas de los precios en la luz y en la educación, los que contribuyen con su trabajo al trabajo de lo público, los que leen las cifras del paro y se derrumban. ¿Con esos qué podemos celebrar, Susana? ¿Cien motivos para regenerarnos? Más de cien, más de cien…

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