jueves, 16 de enero de 2014

ENTREVISTA A DIEGO DE LOS SANTOS

"ME INICIÉ EN EL TERRENO POLÍTICO A TRAVÉS DE MI PROFESIÓN MÉDICA. NO NECESITÁBAMOS LA POLÍTICA PARA VIVIR".




Diego de los Santos





Diego de los Santos López. (El Viso del Alcor, 1936). Jefe de Sección del Departamento de Cirugía (Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla) desde 1968, y Prof. de Cirugía desde 1980. Concejal de los Ayuntamientos de su pueblo natal, El Viso del Alcor, y de Sevilla, en donde fue también Diputado Provincial. Diputado a Cortes (1978-1982) y Eurodiputado (1989-1993). Su compromiso con la Sanidad Pública, le determina a la participación política en la transición democrática autonómica, desde su experiencia formativa en Alemania y Suiza, siendo cofundador del Partido Andalucista. Es precisamente en esta doble dirección donde desarrolla toda su actividad teórica, práctica e investigadora, siendo su libro Andalucía en Europa una muestra significativa de sus conocimientos. 




¿Qué recuerda Diego de los Santos de su infancia y de sus primeros años de juventud?


De mi infancia recuerdo el pueblo y recuerdo a mi padre. Mi padre, al igual que yo, tuvo vocación por la medicina. Vocación que nace en mis años de juventud, cuando termino el bachillerato en los Salesianos de Utrera. En aquella época, de ingenuidad y de ilusión, me matriculé en la Facultad de Medicina. Estudié en los pasillos del actual Parlamento Andaluz. Por aquel entonces conocí la dureza de la vida a través de los enfermos que cada día visitaba.



La década de los años cincuenta, las necesidades que cada día observaba y su vocación para el cuidado de sus semejantes, ¿fueron los motivos que le llevaron a su compromiso con la política?

Sin duda. Por aquel entonces comenzamos a gestar una alternativa política. Fue la búsqueda de un imposible. Yo era delegado de la Facultad de Medicina y Alejandro Rojas-Marcos, que estudiaba Derecho, se interesó por mí. Comenzamos a recorrer España, con la Universidad como eje que nos vertebraba; poco duró eso sí la aventura: a Alejandro Rojas-Marcos lo detuvieron en Madrid y a mí en Granada. Suerte que el Gobernador Civil de Sevilla tuvo trato conmigo, y bueno, nos soltaron...

Por tanto, la Universidad como vehículo de la transmisión de ideas, de conocimientos.

Exactamente eso. Virtud que hoy, a grandes rasgos, no consigo percibir.

En esa alternativa política que nos ha comentado, ¿hubo diferentes corrientes ideológicas y políticas? ¿La búsqueda de un imposible exigía la unión de las partes en un todo?

Sí. Hubo diversas corrientes ideológicas. Quizá, por su importancia, debemos destacar el trabajo de Comisiones Obreras y del Partido Comunista. Mas al margen de todo esto, nos sustentábamos en un criterio fundamental: teníamos un contenido en nuestras tesis y en nuestras premisas, pretendíamos subsanar el déficit político y social de Andalucía. Esto lo echo en falta en los movimientos políticos que ahora surgen, echo de menos un proyecto con un contenido medido, estudiado, estructurado, comprometido...

¿Podemos decir que aquella aventura fue el germen del Partido Andalucista?

Es probable que así fuese. El partido se crea provincia a provincia, en un proceso relativamente dilatado en el tiempo. La casa de Alejandro Rojas-Marcos fue el epicentro. Memoria de Luis Uruñuela. En esta etapa de mi vida, años sesenta, emigro a Alemania y a Suiza. Experiencia crucial para mi formación en la medicina y en mi carrera profesional.

¿Mientras trabajó en Alemania y en Suiza perdió el contacto con aquel ideal que se estaba materializando? ¿Qué se encontró en su retorno a España?

Mantuve el contacto con Rojas-Marcos y con Uruñuela. No olvidemos que me inicié en el terreno político a través de mi profesión médica. No necesitábamos la política para vivir. Implicación y compromiso con la sociedad como analogía del cuidado de un paciente. 

Me encontré con un Rojas-Marcos fortalecido. Con un ideal que había tomado forma en las siglas. Me encontré con un cuatro de diciembre. Me encontré con una bandera, con un himno y un escudo hasta entonces poco conocidos.

¿Recuerda la primera vez que escuchó el himno?

Por supuesto, la primera grabación la hizo Carlos Cano en una casa de disco que regentaba Benito Moreno.

¿Hizo el Partido Andalucista el "trabajo sucio" de la autonomía, cuyos logros han beneficiado al PSOE en los libros de Historia?

Bajo ningún concepto el PA hizo el trabajo sucio por la autonomía, en cualquier caso hizo el trabajo limpio. El PSOE quizá se haya apropiado de todo esto. También debemos reconocerle su labor, a pesar de todo. Claro está, con la dictadura había mutis por el foro...

¿Qué distancia separa a la política actual de la política que usted ha vivido?

La deformación de los ideales y su traducción en un poder por el poder. Ah, y que nosotros vivimos para la política; no de la política.

¿Dónde podemos hallar el problema de esa deformación de la política?

Creo que es muy sencillo de explicar: la política se deforma porque la sociedad se degrada.

Diego, ¿nos puede definir qué fue para usted el andalucismo?

El andalucismo es el compromiso personal y político por la defensa de los valores de Andalucía. Una política que no se encuentre llena de cadáveres.

De su experiencia en el Parlamento Europeo, ¿nos indica qué necesita  y qué puede aportar Andalucía a Europa?

Partimos de una base: estamos incardinados en Europa en el contexto actual. Somos en gran parte cultura europea. Como comprenderán me considero europeísta. Mi experiencia en el Parlamento Europeo fue positiva. Andalucía de Europa quizá, siendo franco, necesite sus resultados en educación y su escasa tasa de paro. ¿Qué puede aportar Andalucía a Europa? Un mercado aún por explotar y una joya aún por conocer.

En conclusión, ¿en qué creyeron en aquellas reuniones y en qué han derivado esas ilusiones de sus viajes como delegado de la Facultad de Medicina?

Nosotros creíamos en la libertad. ¿Derivado las ilusiones? En nada han derivado, hoy he comprobado que aún tengo la esperanza.


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